lunes, 17 de junio de 2013

En el centro del universo

Tras aquella puerta de madera negra maciza  se hallaba el  salón del Gran Reloj donde cada año dura un día. Por fin  mi alma aventurera urgida por la gran guerra  a nivel interplanetario se hallaba en la antesala del centro del tiempo, el alma de todo conocimiento con sus 300 millones de libros según cuentan las crónicas, era cuestión de girar aquel pomo dorado , allí se me había encomendado entregar la tablilla del tiempo parte del trío del equilibrio eterno  del universo.
Un fino  haz de luz atravesaba  la puerta entreabierta, del interior  se filtraba una sutil música de reloj, tic tac, tic tac…. Había viajado a través del universo  en una odisea que me trajo  hasta aquí. ¡Tan lejos de casa!, ¿Cómo me embarqué en ella? , apenas lo recuerdo….Miré otra vez aquella robusta puerta, debía medir al menos tres metros de alto y dos y medio de ancho y me dije:
-¡Ya!,  posé  la mano sobre  el pomo tallado finamente y la puerta comenzó a abrirse sin necesidad de ejercer fuerza alguna sobre ella. Se descubrió  entonces ante mí una maravillosa habitación sin paredes y un suelo embaldosado  de damero. Miles de libros colgaban del ¿cielo?; bueno podríamos así decirlo…
-Elije uno- dijo una voz proveniente del frente de la habitación.-Pronuncia el nombre de tu libro favorito. -Era un ser parecido a un gnomo pero yo siempre había pensado que los gnomos eran producto de la imaginación humana. Estaba sentado en un escritorio de madera noble frente a mí
-“El principito” de Antoine de saint Exupery , dije e inmediatamente de entre las nubes de libros salió  y se posó en mi mano un bonito ejemplar de dicha obra, “con ilustraciones del autor “ ponía en la cubierta, pero no eran las que yo conocía.
- Las hizo el maestro  después de “desaparecer” con su avioneta; hoy es parte de nuestro  Senado. Por cierto mi nombre es  G-armand y sí, soy un gnomo .Se bienvenido Salón del  Gran Reloj. Atravesaste el “horizonte de sucesos”, estuviste en Kepler y Astra, recogiste la tablilla del tiempo, parte del  trío espacio, conocimiento, tiempo que devolverá el equilibrio y la paz al gran  universo.
Junto a él se hallaban dos seres que me costaría describir , uno de aspecto humanoide y rasgos anfibios en el rostro y el otro un androide que no levantaba más de medio metro  , un solo brazo y  que emitía sonidos metálicos. Extrañamente le entendía  a la perfección.
-Este salón posee la virtud de la traducción infinita , yo te estoy hablando en  G’hez, mi lengua materna y tú me entiendes en la tuya; no hay otro lugar en el universo donde esto suceda.
-Ellos son Darmond – dijo señalando al humanoide, proviene  de Uth y  rescató la tablilla del  espacio en la ínsula de Dordoka , tuvo que atravesar la tundra de Loos y el paramo  de la estrella muerta en  la constelación del cisne .El robot  es  342htj y su morada esta en el subsuelo de Arneb, un planeta dominado por lo que vosotros conocisteis como dinosaurios. El  rescató en Alpha  lobo la tablilla del conocimiento. Ahora  juntaremos las tres para restablecer el equilibrio, para traer la paz .Seguidme!
Se levantó del escritorio y nos hizo un  gesto   solemne  para que le siguiéramos. Paseamos por aquel damero  bajo el techo de cielo azul , nubes blancas y libros  flotantes, bajamos  trece escaleras también de damero y llegamos a un patio interior en cuyo centro reinaba una hermosa  fuente con aguas color esmeralda que brotaban de la boca de siete leones de lo que  podría ser mármol . En el centro de la fuente  tres marcos tallados del tamaño de las tres tablillas.
Sentí el peso de miles de estrellas sobre mis hombros, y  que millones  de ojos y otros ingenios para ver me estarían observando.
-Y ahora ¿Qué debemos de hacer?  .  pregunté nervioso.
-Colocareis las tablillas por el orden establecido: Espacio, conocimiento y tiempo. El  año que viene tal vez  el equilibrio y la paz vuelvan a nuestras vidas  y la armonía entre especies y androides nos  guie  como siempre  durante milenios. Proceded!!

Darmond colocó su tablilla y acto seguido del mismo modo procedió 342htj; era mi turno. Me arrodillé y pensando en los amigos que esta absurda guerra me había arrebatado inserté la tablilla junto a las otras dos. Una inmensa luz me cubrió  por completo, estoy en el patio de mi casa, gotas de lluvia sobre mi cabeza

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